la magia
| La magia (del latín: magīa, derivado a su vez del griego μαγεία mageia, ‘cualidad de sobrenatural’, probablemente del antiguo persa maguš, que contiene la raíz *magh-, ‘ser capaz’, ‘tener poder’, haciendo referencia a la antigua casta sacerdotal persa y a su vez del sánscrito maga, ‘ilusión’, de la raíz may, ‘obrar’, ‘mover’)1 2 3 es el arte o ciencia
oculta con que se pretende producir, valiéndose de ciertos actos o
palabras, o con la intervención de seres imaginables, resultados acontinuacion algunos trucos:Inversamente a la Teología, Filosofía y a las ciencias
ortodoxas que versan e importan sobre las causas, la magia, para
autoformularse y autodefinirse, se define como la manifestación de la
supuesta veracidad maravillante de algunos efectos que no requiere
averiguar sus causas. Conocer las causas o que el efecto no sea
maravilloso extingue la magia y el pensamiento mágico migra a otros
tipos de pensamiento, (de los supuestos «efectos mágicos» se deriva la metonimia histórica con la medicina y la farmacología). A través de la aceptación de la existencia de la magia, se acepta implícitamente a esta como la causa abstracta o seudoabstracta del efecto mágico, como un principio o verdad primaria a partir del cual se desarrolla toda la parafernalia seudológica. Desde tiempos muy remotos, se aspira a develar, a conocer y a usar lo que presumiblemente estaría oculto a los sentidos (Cognición), oculto a la percepción sensorial clásica, a la lógica, a la razón y al criterio. Estos son, como mínimo, los tres elementos esenciales a la magia genérica:
Magia natural y magias no naturales o filosofías ocultasEn algún momento de la historia de la humanidad, estos dos conceptualismos de la magia comenzaron a divergir. El dramaturgo Lope de Vega, en su libro Pastores de Belén, dedicó unos párrafos para describir literariamente las diferencias de estos conceptos en la cultura de su época:«(...) La Magia natural no has de entender, que es aquella en que se consultan los infernales espíritus, con tan infame nombre como le han dado en las divinas y humanas letras (...) Los maléficos son aquellos que usan sangre, víctimas y cuerpos muertos, como la Pitonisa, que a Saúl le truxo el cuerpo de Samuel, para que le respondiere. Verdad es, que ya el nombre de Magos, se va introduciendo por los que exercitan lo que digo, como la Astrologia por abuso ha venido a ser vituperada, siendo lo mismo que la Astronomia: y a si dicen algunos que Pitágoras, Empedocles, Democrito y Platón fueron llamados Magos, a la manera de Zamolxis y Zoroastro, el hijo de Oromasco. (...)»Magia natural: Fueron definidos como «la magia natural» todos los fenómenos naturales observables en los cuales interviniera o estuviera presente la materia aunque fueran inexplicables. Así fue considerada y desarrollada la astrología por los persas, cuyos artífices eran llamados «los mágicos o magos», esta devino en la astronomía. Aún en el siglo XVII el célebre pedagogo y físico alemán Gaspar Schott (jesuita) titulaba sus textos de física (que él mismo elaboraba y luego impartía a su alumnado) «magia acústica y magia óptica» (escritos en latín), en clara alusión al recuerdo del significado etimológico arcaico de la «magia natural», frase reservada en latín para aludir a la fenomenología física todavía inexplicable científicamente en su tiempo, como la luz y el sonido. Magias no naturales, teologías o filosofías ocultas: En síntesis, una posible definición genérica sería la «idea de establecer un contacto de relación con cualquier tipo de entidad espiritual o mecanismo sobrenatural». Contactos de relación, tales como la invocación, evocación, adivinación, numerología o las cábalas, entre muchos otros. Otra clasificación subjetiva y arcaica establecería a las entidades y mecanismos sobrenaturales. |
No hay comentarios.:
Publicar un comentario